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Robos de cables dejan sin luz a 22.500 clientes en el Maule

  • Lunes 19 de mayo de 2025
  • 11:09 hrs

Hurto de cobre afectó Villa Alegre, San Javier, Constitución y Maule; CGE repuso el servicio tras cinco horas y pidió sanciones para las bandas involucradas.

Un robo de cables registrado la madrugada de este sábado 18 de mayo dejó sin energía eléctrica a 22.500 clientes de cuatro comunas del Maule. Según informó CGE, el primer hurto ocurrió a las 02:54 h en la línea que conecta Villa Alegre con San Javier, mientras que un segundo evento, a las 04:13 h, se produjo cerca del acceso a San Javier y amplió la interrupción a Constitución y Maule. Las maniobras de reposición permitieron normalizar el suministro a las 07:34 h.

Primer corte en Villa Alegre y San Javier

El primer robo de cables afectó a poco más de 6.500 clientes cuando desconocidos sustrajeron conductores en un tramo de la red de media tensión. Dos minutos después, CGE ejecutó maniobras remotas que restablecieron la electricidad a la totalidad de los usuarios, asegurando la continuidad de domicilios, comercios e industrias de la zona.

Segundo robo afectó a cuatro comunas

A las 04:13 h, la empresa detectó un segundo hurto de cobre en un punto cercano al ingreso norte de San Javier. Esta vez el corte dejó a 16.000 clientes adicionales sin energía en Villa Alegre, Constitución y Maule. El operativo de contingencia se prolongó hasta las 07:34 h, momento en que se alcanzó el 100 % de normalización del servicio.

CGE denuncia bandas organizadas

Leonardo Morales, gerente de Transmisión Sur de CGE Transmisión, indicó que “la ocurrencia de estos hechos, aprovechando el sistema frontal, da cuenta de la organización detrás de estas bandas delictuales”. La distribuidora ingresó las denuncias correspondientes al Ministerio Público y a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, solicitando que las policías persigan y sancionen a los responsables.

Impacto del robo de cables en la comunidad

El ejecutivo advirtió que el robo de cables compromete la estabilidad de la red y pone en riesgo a pacientes electrodependientes, hospitales y pequeños negocios que carecen de generadores de respaldo. Además de las pérdidas económicas por la reposición de materiales, el delito incrementa la posibilidad de accidentes fatales para los propios ladrones y para transeúntes expuestos a líneas energizadas.