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El relato de los sobrevivientes a naufragio por siete días en islote: “No teníamos nada para comer”

  • Jueves 15 de julio de 2021
  • 11:58 hrs
Captura de pantalla.

Captura de pantalla.

Ocho pescadores naufragaron en la costa de Coquimbo y seis de ellos lograron llegar a un islote en la costa de Coquimbo.

Seis pescadores lograron sobrevivir por siete días a un naufragio en la costa de Coquimbo, donde tuvieron que recurrir a distintas estrategias como cazar pájaros o hervir agua de mar para poder esperar al rescate, mientras que otras dos personas continúan desaparecidas.

Una de las personas que logró resistir el hambre y el frío del islote Pájaros fue Rigoberto Aránguiz, de 29 años, quien representó a sus colegas y relató lo sucedido a Mega.

“Íbamos rumbo a zona de pesca, íbamos muy contentos. Encallamos en un islote de pájaros cerca de las 9 de la noche del sexto día de zarpe. El mar no nos dejó tiempo de maniobrar, de ponernos salvavidas. Fui de los primeros en caer al mar, una ola me botó al agua y el mar me revolvía. La lancha me succionaba, en un momento me entregué”, partió relatando este hombre.

El pescador no pudo contener las lágrimas, por lo que en ese momento, José Antonio Neme optó por cortar la entrevista, sin embargo, el trabajador indicó que quería seguir contando lo que vivieron.

Al seguir con su relato, Rigoberto recordó que uno de sus colegas le lanzó una boya, con la que pudo salvarse: “Gritaba ‘señor, por favor, cuida a mi papá, cuida a mi hijo’, pero luego salí a flote”.

Cuando él estaba en el agua, sus compañeros intentaban sacar los elementos de emergencia en una balsa, pero el oleaje lanzó todo al mar, por lo que pudieron recolectar muy pocas cosas.

Rigoberto en tanto, pudo tomar cuatro bengalas: “Se alumbró todo y vi cómo mis compañeros salían de las piedras, se reunían (…) las bengalas fueron fundamentales, para mí fue la vida. En la desesperación, las ocupé todas. Hacía un frío que no nos permitía movernos”.

En el momento que lograron llegar al islote, la fuerza del mar los había despojado de sus vestimentas, sólo pudieron rescatar una ‘ayuda térmica’, que es un impermeable para capear el frío, sin embargo, sólo sirve para una persona, por lo que pasaron la noche abrazados, golpeándose y gritándose para que nadie se durmiera.  

“Nos revisamos y faltaban dos compañeros. Gritábamos sus nombres. Cuando caí del barco, nunca más lo vi”, agregó este pescador.

“Cuando salieron los primeros rayos de sol, fuimos a revisar la embarcación que había encallado. Llevábamos víveres para 30 días, fruta, alimentos no perecibles, de todo, pero no quedó nada. La embarcación terminó hecha escombros”, relató Aránguiz.

Uno de los pescadores tenía un encendedor que fue clave para poder sobrevivir y cuando pudieron recorrer el territorio, encontraron un refugio de pescadores artesanales donde encontraron en el suelo sábanas y ropa.

El problema seguía siendo los alimentos: “No teníamos nada para comer. El primer día teníamos un bidón de 5 litros de agua, y en la desesperación nos lo tomamos entero, pensando que el rescate sería rápido. Encontramos un paquete de fideos, algo de arroz, hasta una carpa”.

Finalmente terminaron cazando “gaviotas y pájaros” para poder comer. Además, se las ingeniaron para hervir agua salada con una manguera en un tarro para humedecerse los labios.

Luego de siete días de naufragio, Rigoberto explicó qué fue lo que los ayudó a ser rescatados: “La isla no tenía, pasto, agua, nada. El último día, un compañero recogió una radio que devolvió la mar, y con unas baterías que encontramos, la pudimos prender. Fue ahí cuando vimos un avión, y con un bolso empecé a saltar y la avioneta se dio vuelta” y los rescataron.

Video: Diario El Día.